martes, 10 de agosto de 2010

BITÁCORA DE TRIBU: DÍA 2

Hola, papis! Siento haber tardado tanto en volver a escribiros, pero es que no he podido; tenía agujetas hasta en los dedos. ¡Menuda pedazo de ruta hemos hecho! Mami, ¿Te acuerdas que me decías que andar no cansaba? ¡¡¡Mentira!!! Pero es que la cosa cambia mucho cuando tienes que caminar subiendo montañas, con la mochila al hombro. Sin embargo, aunque estoy cansado estoy también muy satisfecho, porque no todos los chicos de mi edad pueden hacer lo que hemos hecho estos tres días. En serio, no sabía que en España había esos paisajes, esas vistas... Había tramos duros, pero hablando con mis compañeros, cantando... se me hacían bastante llevaderos. Había incluso tramos aún más duros, donde nadie hablaba, para así guardar fuerzas para caminar. En esos caminos, con maleza a los lados más alta que los propios monitores y árboles tan altos que casi no se veía el cielo, me podía imaginar sin ninguna dificultad que era un explorador de una tierra extraña, encantada, o que era parte de un grupo de aventureros que iban a rescatar a una princesa, o que éramos los hobbits del Señor de los anillos, y protegidos por los monitores teníamos que cumplir nuestra misión. E incluso así también disfrutaba. Hemos pasado dificultades e imprevistos. Hubo una vez que yendo por un camino, lo que al principio era tierra se fue convirtiendo en barro y después en unas auténticas arenas movedizas que se tragaban todo a su paso. A nosotros no nos pasó nada porque eramos pequeños y no nos hundíamos, pero una monitoras casi deja las botas. Para ella no, pero para nosotros fue muy divertido. Luego resulta que en el pueblo, un señor muy mayor, con barba, que había sido guardián de los bosques, nos dijo que las arenas movedizas eran los restos del Camino de Santiago original, y que muy en el fondo, donde casi llega nuestra monitora, había enterrado un camino de la época de los romanos. Estoy por llamar a los pioneros, que se les da muy bien cavar, para que lo desentierren.
Otra cosa que me ha sorprendido es que por todos los pueblo por los que pasábamos, la gente era muy amable y hospitalaria. Siempre nos querían ayudar, porque decían que éramos muy pequeños y nosotros, que somos muy listos, poníamos cara de pena para que nos invitaran a algún dulce o algo. Incluso una señora muy simpática se ofreció a llevarnos las mochilas en su coche hasta el siguiente pueblo, porque para ir había que subir y bajar un monte, y decía que a lo mejor iba a ser muy cansado para nosotros. Naturalmente, no le dijimos que no, jeje... Pero fue la única vez, ¡eh! No os vayais a pensar que somos unos vagos. Bueno, esa vez y otra que cogimos un tren que no se llama tren, se llama Feve, como el tío Feverico. Pero sólo fueron cinco minutos. El resto, a patita.
Los mayores sí que son unos vagos, y mucho más listos que nosotros. A los pioneros una señora de un pueblo hasta les hizo la cena y el desayuno, ¡qué morro!. Y a la vuelta de la ruta los troperos nos venían a chinchar. "Hemos ido dos veces a la playa y hemos visto la casa del Orfanato" decían. ¡Pues vale! Nosotros hemos sobrevivido a arenas movedizas, a ataques de jabalíes fantasma y al olor de pies de algún monitor. Hemos dormido en ermitas abandonadas, bajo una lluvia de estrellas; nos hemos comido unas palmeras de chocolate como nuestras cabezas de grandes y he descubierto mi verdadera vocación: Quiero ser guardián de los Bosques. Mola un montón. ¿Playa, quién la necesita?.
Bueno, papis, me voy a ir despidiendo, que ya me duelen los dedos de tanto escribir. Ahora nos queda lo mejor del campamento: Juegos, dinámicas, playa, más juegos, el Gran juego, que dura dos días enteros, el pueblo libre, un día en el que los monitores se hacen chavales y muchos de nosotros nos hacemos monitores. A mí, como me toque, les voy a mandar fregarme los platos, ¡hala! como me lo mandan ellos a mí. Y después de eso, más juegos... jo, al final me va a dar pena irme.
Me despido ya, que todo el tiempo que os estoy escribiendo no lo estoy jugando, y eso no me gusta. Portaos bien, mirad a los dos lados cuando crucéis y no os metáis en líos.
¡Y a la cama pronto, eh!


Os pongo algunas fotos de lo que hemos visto durante la ruta:














5 comentarios:

  1. a mis padres les ha encantado

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola, amigos mios!
    Parece que lo hais pasado muy muy bien... ¡Que envidia! ¡¡¡Queria estar con vosotros!!! :) Besos y saludos de Eslovenia***
    Jerica

    ResponderEliminar
  3. ¡quéeeeeeeeeeee chulo, y quéeeeee envidia!
    Los papis estamos encantados, y los niños también
    Y un saludo para Jerica.

    ResponderEliminar
  4. Ha estado muy guay, espero que el siguiente sea igualmente chulo.
    Pablo.

    ResponderEliminar
  5. Me ha gustado mucho y me lo he pasado muy bien, excepto porque me puse mala y estuve en el hospital.Saludos para Jerica.La Tropa te echamos mucho de menos,cuando puedas nos haces una visita. 1 TROPERA

    ResponderEliminar